domingo, 6 de octubre de 2013

TODOS SOÑAMOS con despertar como en este, a la postre, último mini sueño.

-¿Dónde vas?- me preguntó medio dormida entre las sábanas.

-Al cuarto de baño, respondí. Abriré la ducha, me meteré en la bañara y mientras el maldito mejunje de agua con jabón destroza la dicha arrancando tus huellas de mi cuerpo, me preguntaré cómo es posible que una mujer de tu talla, más alta que el zenit de la verdad absoluta de un universo infinito; más hermosa y bella que la primera flor que el ser humano contempló asombrado en el principio de los tiempos; más inteligente que aquellos denominados lúcidos y adelantados en su campo y en la época; más pura que el reflejo de la propia naturaleza; en resumen, perfecta, sin necesidad de una excepción que te confirme como tal, comparte cama con un hombre tan simple como el hombre que contempló esa primera flor y a partir de ese instante, cerraré la ducha y dedicaré mi vida y mi alma a realizar lo denominado imposible para que tú jamás te lo preguntes.


-Espera…Te daré una toalla limpia y hay un cepillo de dientes nuevo en el cajón de la izquierda de mi pecho.

2 comentarios:

  1. Precioso despertar a una duermevela pensativa, a una humedad de los sentidos,todos hacia la misma dirección...
    La suya, ahí donde reposa adormilada junto al cajón de su corazón.
    Un beso.

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  2. Hermosas palabras las tuyas, Marinel... hermosas palabras.

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