CACHIVACHES
Últimamente las esperadas respuestas
se están escondiendo tras el silencio. Y es una pena, porque tanta sonrisa
convexa está provocando la extinción de las preguntas (y los valientes).
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Al escuchar la incertidumbre, la luz
de su boca deslumbró el presente y la imagen de lo que era se convirtió en una
sombra ciega y muda.
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No pude contar contigo y conté
hasta diez.
Nadie llamó a mi puerta y seguí hasta
treinta y cinco o cuarenta (desde aquí no recuerdo).
Pasó el otoño en el cincuenta; llegó
el crepúsculo y la noche y yo llegué a setenta.
Ahí perdí el infinito y la cuenta
de las hojas muertas.
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Sospechosamente tarde llegó la
poesía a mis manos. Es conveniente recelar de si habrá otra primavera.
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Los expertos en el mundo
ilusionista me comentan apesadumbrados que es el verso más hermoso y triste que
jamás hayan leído. Yo les explico, satisfecho, que sólo se trata del reflejo
voluntario de una imagen invisible, como tú:
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Desde que te descubrí te leo admirada, porque me encanta ese tejido de palabras que utilizas en ziz-zag-o eso me parece a mí- sin llanuras aunque así lo aparenten tus versos.
ResponderEliminarTodos tienen profundidad bajo esa capa de sencillez con que los vistes.
Me quedo con este tramo:
Los expertos en el mundo ilusionista me comentan apesadumbrados que es el verso más hermoso y triste que jamás hayan leído. Yo les explico, satisfecho, que sólo se trata del reflejo voluntario de una imagen invisible, como tú:
Todos me gustan, pero este me encanta, es precioso ese reflejo de algo invisible y por tanto...intangible y no por ello no sentido.
Ves?
Yo también me explico en zig-zag
:)
Un beso.
Hola, Marinel.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, son un aliento y una esperanza. Me gusta la definición que otorgas a mis palabras. Me gusta ese zigzagueo sin complejos. Algo así como una contradicción honrada, como un otoño florido...Es hermoso.
Muchas gracias.
Un beso.