jueves, 10 de octubre de 2013

POEMAS


Esta historia se cayó, como se cayó
del cielo un ángel desvalido.

Esta historia se venció, como vencieron
las fuerzas al herido.

Esta historia se acabó, como acabó
el amor y su dulce melodía.

Esta historia terminó, como terminó
con este adiós este día.

Esta historia se despide, como se despide
del invierno el frío.

Esta historia se murió, se murió en esta ciudad, se murió como se muere el río.



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Nada escucha el que no deja.
Nada dice el que no piensa.
Nada arranca el que no siembra.
Nada logra el que no sueña.

Nada acaba si no empieza.
Nada pierde el que no apuesta.
Nada muere sin su vida.
Nada tiene el que se olvida.

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Tan perdido como un recién llegado.
Tan oscuro como un lapidado.
Tan triste como un soldado.
Tan vacío como un amor sin verano.

Tan ausente como sin mí, tu porvenir.
Tan indiferente como lo fuiste de mí.
Tan lejos como pueda de ti.
Tan feliz como pueda fingir.

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Sus hojas delatan un sueño maltratado por el viento.
Murió el verano:
Y el carmín de tu boca se retiró a su madriguera.
Murió el verano:
Y el candor dejó una nota, ¡qué volverá cuando quiera!
Murió el verano:
Al acecho el invierno y la única esperanza, amor mío, la primavera.

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La huella incomprendida.
La forma y fondo de mi cuerpo.
Era luz; poesía que guiaba mi navío.
La cadente sombra de mi garganta: la caverna de mis palabras.
Era diosa de su mundo (y el mío) hilvanando páginas entonces heroicas.
Era frágil y perfecta y en mis frases ¡Dios, cómo añoro sus verbos ahora que no hay flor!

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Mismo nombre.                 Misma cama.
Mismo pelo.                      Mismo hueco.
Distintos ojos,                  Distintas sábanas,
la misma imagen.             el mismo sueño.

2 comentarios:

  1. Ufff, menudo conglomerado poético donde se insuflan los sentimientos y sin nada que los acote, salen dispersos, entreverados al amor finito, a la infinita soledad...
    Un beso.

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  2. Hola, Marinel. La verdad es que son poemas muy antiguos. Un lastre que me viene bien colgar aquí para deshacerme de lo que, como bien describes, contienen. La manera más sencilla de no mirar atrás.
    Un beso.

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