-A olvido me saben las
palabras que nacieron en tu boca y murieron en mi oído.
-Ya no recuerdo si
tengo poca memoria o mucho olvido pues rara vez recuerdo lo que escucho y aún
menos lo que digo.
-Existe un mundo en el
que se vive lo que en éste sólo se puede soñar.
-Ya sólo se apiada de mí
aquel taciturno espejo que de tanto en tanto me acaricia con una sombra de tu
reflejo.
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